Castillo San Felipe de Morro

Castillo San Felipe de Morro

Bara bien alta

Sí, estoy en Escuela de Derecho, y sí, sigo teniendo vida. Al menos me he manejado bien por las primeras dos semanas. La orden del día son los casos, las lecturas inmensas, leyes, tratar de controlar la boca, porque del nerviosismo me puedo comer la nevera de una senta' y sacar ratitos para tener tiempo para charlar con los que quiero. Sí, estoy en Escuela de Derecho y por eso mis blogs van a ser significativamente más cortos.

Este va dedicado a mis amigos, a los de mi edad y a los menores, principalmente a los que bregamos con esta incertidumbre inexplicable de los veintitantos años y con ese asunto que todavía ponemos entre signos de interrogación al que los que ya participan de lleno en la cuestión se refieren a ella como adultez.

Hace unos minutos vi un estado en facebook de un muchacho con la clichosa frase de que "hay que vivir sin expectativas para que nada te decepcione". Mi intensión no es crear riñas, pero si tu también lo viste, mejor ignoralo y hazme caso a mi que si te quiero.

Para mi, esa cuestión de vivir sin expectativas es de los peores consejos que alguien te podría dar. No hombre, NO. La vida se trata de establecer expectativas, me atreveria a decir que de nada más. No tenerlas, primero que todo, es una falsa ilusión, porque estamos diseñados para tener expectativas, para querer que cosas buenas pasen. Pues entonces, ¿A qué se refiere la frase? ¿A que esperemos poco para que asi podamos ser conformes con lo que llega? ¿Qué clase de mediocridad es esa? No hombre, NO.

Mis amigos: TENGAN EXPECTATIVAS! Altas Carajo! Si la bara esta bajita cualquier basura le pasa por encima y francamente yo no quiero basura ni para mí ni para ninguno de los míos. Las cosas que pasan te decepcionarán, y creeme tener expectativas altas, si realmente eran altas en alguna ocasión, solamente funcionará como propulsor. ¿Propulsor de que? De que uno reconozca que se puede esperar aun más, que no se ha perdido la pelea, que hay que seguir metiendo mano hasta que por el sudor de la frente de uno llegue lo que uno tanto anhela.

Y no va a ser fácil, y las decepciones vienen bien. Sé que suena medio enrredao' pero si, vienen bien, hace falta de vez en cuando que uno ponga los pies en el piso y reconozca que uno esta hecho de carne y hueso y que las cosas malas nos van a pasar, muchas veces. Pero ahi, es que se separan los niños de los hombres y se demuestra si el gas pela. Se trata de que cuando haya que morder el suelo se haga con elegancia y con fe en que de esa y de peores se sigue tirando pa' lante.

No hay modo de superarse aqui sino es teniendo expectativas altas. Queriendo ser más, proponiendose uno mismo más, en todas las facetas de la vida: profesional, familiar, personal... Levanta tu estándar. Sube la bara, ponla bien alta. Si te caes, levántate y si no te caes, sigue levantándola.