Caballeros

Me encanta levantarme con un propósito y en el siglo 21 suele suceder que el propósito llegue a uno en el "scrolleo" del "timeline" de facebook en las mañanas. 

Hoy es el quinceañero de una flor, de una niña que me da ganas de ser como ella cuando yo sea grande. Claro que tengo 23 y 2 trabajos y 14 créditos en mi segundo año de Derecho y esas circunstancias lo que me dan son ganas de como suelo decir "echar alas y salir volando".

Recuerdo cuando tenía 15, esas 147 libras que se ven tan inalcanzables ahora mismo encuajas en este cuerpo de 5 pies con 10 pulgadas. Esta sensación de que tengo tanto con que cumplir me pone a reirme a carcajadas cuando pienso en lo que yo creía que era estrés en aquellos tiempos.

Hace 8 años exactamente, mis papás sacaron la puerta por las ventanas y me dieron el agasajo más espectacular que yo podía imaginar. Me sentí como una reina y me sentí taaaaan querida por la gente que quiero. Hace 8 años atrás al ritmo de la canción "Unwritten" vimos un recuento de mis primeros 15 años. iQue canción! El resto era un canvas vacio y hoy ando de lo más contenta con como lo he ido pintando.

Sin embargo, mi propósito de levantarme hoy no va directamente relacionado con eso.

Hoy vi otra foto más haciendo referencia a que la mujer se debe "dar a respetar" y taparse al vestirse. Los conservadores se podrán ofender, pero no estoy de acuerdo con que una mujer tenga que vestirse de cierta manera para ser merecedora de respeto. Convencionalmente si una muchacha se viste con manga larga y un canto de tela que vaya por debajo de la rodilla, entonces la respetamos, porque de lo contrario, ella esta tratándo de llamarle la atención a los hombres a su alrededor, para que reaccionen.

iQue pantalones!

Remontandome a la flaca alta de 15 años que fui, se me hizo increiblemente dificil hacer las pases con mi exceso de 5 pulgadas de la estatura promedio. Nada me quedaba bien. Todo traje corto me quedaba bieeen corto. Sucede que, a veces, a pesar de lo corto, me lo quería poner. ¿Saben qué? Todavía no he encontrado unos pantalones cortos de los cuales no se me broten las piernas y cuando me quiero poner pantalones cortos, me los pongo. Andar por ahí con mis piernas expuestas es mi problema si usted lo quiere ver así, pero también es mi gusto. 

Usted nunca ha sido la razón por la que yo me he puesto un traje corto y se que muchas comparten conmigo sus intenciones de ponerse un traje corto. 

Yo me doy a respetar a través de mi manera de tratar a la gente, como todos deberían hacerlo.

Los hombres se pueden vestir como sea y siguen mereciendo el mismo respeto; hoy día, nosotras también nos merecemos estar en ese plano.

Hombre que me lees, el traje corto/escote que una mujer se ponga no es la razón para que le contesten de x o y manera. Si usted reacciona como un puerco, eso no da que hablar de ella porque se vistió como eligió hacerlo, eso deja mucho que decir de usted.

Sea consistentemente caballero, con todo tipo de mujer.

Las mujeres que se visten sensualmente son preciosas igualmente que las que se visten recatadas también lo son. Los pensamientos que usted genera a base de la vestimenta de una mujer son unicamente suyos, pero la manera en que usted los exterioriza definen nuestra sociedad día a día.

iBienvenidos al Siglo 21!

Yo quiero que mi prima, mi hermana y mis futuras decendientes se puedan vestir lindas, seguras de si mismas y guapas con faldas cortas sin que la gente piense que tienen una agenda. Que salgan a la calle con una sensación de que no les van a pitar como a un perro, ni las van a perseguir, ni menos insinuar que una falda corta es una bienvenida a algo inapropiado. Quisiera que florezcan como mis flores que son en un jardín bien hostil y que puedan hacerlo a su manera, dándose gustos, bailando, bebiendo si quieren beber y disfrutando.

Una falda corta no equivale a nada más que una falda corta. Las faldas cortas de hoy día no compararán con las faldas cortas de las próximas generaciones y esta en usted si se monta en el bote de ver las cosas como son o de quedarse viendo las cosas a través del cristal de la tradición. Si elige lo último, preparese para ser un viejo escandalizado por el resto de su vida, porque es viejo desde ahora.

Dele update a su forma de pensar.

Si se ve bonita, dígaselo, si le nace decirselo, y si de ahí sale algo, bien, sino también.

Si ella se pone la falda corta y se le regala, la conducta de ella esta dando indicaciones más allá de su vestimenta. Si se pone una camisa de mangas largas y un mahón largo y se le regala, esta haciendo lo mismo que si tuviera ropa interior. 

Mujer que me lees: sal y disfruta. Demuestrale al mundo, lo que le quieras demostrarle al mundo. Ponte tacos, no te los pongas, ponte faldas largas, cortas, de lado, con picos, ridiculamente largas, exageradamente cortas, ponte mangas largas, cortas, a la mitad, escotes profundos, no tan profuntos, no te pongas escotes, simplemente no dejes que la sociedad dicte como te tienes que vestir. Apuéstale a que te van a respetar, si no lo hacen, exige que te respeten. Atrévete a decir lo que muchas no se atrevan a decir aunque parezca que estas defendiendo una causa perdida. Defiénde tu dignidad y capacidad de ser tú quien eliges como te van a tratar y como te vas a vestir. 

A usted le enseñaron a ser caballero, sealo siempre. Que un efecto visual como puede ser una falda corta o el mismo photoshop no le haga convertirse en un malandrín. Una pieza de ropa no le da licencia a nadie para asumir ningún comportamiento. Que la publiquen en facebook tampoco. No justifique los comentarios o reacciones machistas y retrógradas de sus compañeros varones echándole los 20 a la muchacha por lo que decidió ponerse o no, publicar o no. iSea caballeroso! iEnseñele a sus compañeros a ser caballeroso! Rete las costumbres, este mundo esta algarete y solo lo podremos cambiar si actuamos distinto. Sería un mundo muy feo y desnivelado el que le dejaríamos a los y las que vienen por ahí si trataramos a la gente con base de lo que traen puesto.

Hágalo por esa mujer que tanto usted ama y porque ella también tiene derecho a vestirse como le de la gana sin tenerle miedo a lo que puedan decirle o hacerle.